El peeling químico nos ayudará a eliminar estas imperfecciones de la piel pero a la vez ganando en luminosidad, hidratación y haciendo que esta luzca más joven.
Para realizar este proceso de exfoliación de la piel utilizamos productos químicos como por ejemplo el ácido tricloroacético, el ácido glicólico o el ácido mandélico entre otros, que debido a su bajo pH y alta penetración a la piel permiten este proceso de regeneración de la epidermis.
El peeling químico es un tratamiento de base que se ofrece en pacientes con afectaciones de la piel debido al envejecimiento, a la exposición solar excesiva, a manchas de acné, a pigmentaciones superficiales y otros problemas que afectan a la piel de forma superficial.
Según la intensidad de la exfoliación o «pelada» que queramos lograr podemos clasificar los peelings en superficial, medio y profundo.
⇒ El peeling superficial elimina la parte superficial de la capa externa de la piel, también conocida como epidermis. La descamación que produce es leve, poco perceptible y es, por tanto, un peeling cómodo y que no te impedirá retomar tus actividades habituales. Dentro de los peelings superficiales encontramos los peelings de verano o soft peeling. Este tipo de peelings están diseñados para recuperar en una sola sesión mucha luminosidad así como mejorar la textura y la homogeneidad del tono de la piel. Dentro de esta categoría también podemos actuar frente a patologías como el melasma que necesitan un peeling superficial despigmentante para eliminar la piel teñida de más en unos dos días.
⇒ El peeling medio destruye la epidermis completamente. La descamación que produce es más intensa y notable, por lo cual, la mejoría en tu piel también será más perceptible.
⇒ Por último, el peeling profundo elimina la epidermis por completo y la parte superficial de la dermis, la capa intermedia de la piel. Es un procedimiento que, al penetrar más, produce una descamación e inflamación más intensas logrando mejorías muy llamativas en la calidad de la piel, aunque por ello también requiere un tiempo de recuperación más prolongado. La descamación suele aparecer a partir del segundo día postpeeling hasta el quinto aunque puede variar ligeramente según cada paciente. Su objetivo es la renovación global de la piel: defectos cutáneos, cicatrices, arrugas, cierre de poros, lesiones precancerosas…
El peeling químico se realiza en consulta en unos 30 minutos. Es un tratamiento seguro, eficaz y bien tolerado. Durante el procedimiento notarás una sensación de picor o ardor que calma al finalizar el peeling. Los días posteriores al peeling será necesario que lleves una rutina de higiene adecuada, que utilices cremas calmantes e hidratantes y que te protejas del sol.
No es recomendable su uso en embarazadas o lactantes por el hecho que desconocemos si las sustancias utilizadas pueden tener un paso hacia el feto o bebé. Tampoco en pacientes con episodios agudos de psoriasis, dermatitis atópica u otros eccemas cutáneos.
