

Planificación de la cirugía:
La nariz puede requerir diferentes abordajes en función de las necesidades de cada paciente. A menudo, retocar el dorso nasal para eliminar la típica «gepa» dorsal es suficiente. Otras veces hay que remodelar el extremo nasal para disminuir las dimensiones, elevar la proyección, disminuir la apertura de las narinas o realizar osteotomías correctoras. Es primordial una adecuada evaluación del septo nasal para valorar posibles problemas inhalatorios futuros. En la cirugía muy a menudo disminuimos la anchura entre los huesos nasales, y la existencia de «espolones» o desviaciones en el septo podrían provocar insuficiencias inhalatorias si esto no se prevé con antelación y se corrige mediante una septoplastia.
Anestesia y postoperatorio:
La intervención se realiza bajo anestesia general y tiene una duración de una a dos horas aproximadamente. Además, anestesiamos localmente todos los tejidos nasales para evitar el dolor postoperatorio y el sangrado excesivo. Los primeros tres días es necesario llevar un taponamiento nasal anterior, mientras que la férula nasal se tiene que llevar como mínimo una semana. La existencia de hematomas a nivel periorbitario es muy frecuente, pero es la única «molestia» perceptible para el paciente pasados los siete días del postoperatorio.